Mi furia no es como la de los otros niños: vicisitudes en el vínculo terapéutico

Abstract

Este estudio de caso se basa en el material clínico de un niño de 8 años, desarrollado en 45 sesiones de psicoterapia; en el lapso de un semestre, con una frecuencia de dos veces por semana. Se seleccionaron 6 protocolos que muestran lo complejo que fue en un comienzo llevar a cabo las sesiones dadas las condiciones del psicoterapeuta quien iniciaba su formación clínica y las características del niño, correspondientes a una patología límite. Todo esto daba lugar a una expresión masiva de emociones de frustración y enojo en el niño que hicieron difícil la creación, el manejo y el mantenimiento tanto del encuadre como del vínculo terapéutico. No obstante, el proceso fue llevando al psicoterapeuta a recibir y comprender sesión tras sesión estas emociones, que operaban como obstáculo para el mundo relacional del niño, que él mismo resaltó en su declaración ¡mi furia no es como la de otros niños!. Ahora bien, se muestra como a través de cada encuentro el niño pasa de descargar la furia a poder comprender sus conflictos internos transformándolos en maneras más adaptativas de relacionarse. Este es el proceso que se expone a continuación con sus obstáculos, potencialidades, vicisitudes y avances.