Huellas N° 17
Autor
Universidad del Norte
Descripción
3. Editorial -- 4. La hacienda Berasategui: notas para una historia rural de la Costa atlántica / Eduardo Posada Carbó -- 8. El puerto de sabanilla durante el periodo colonial (y II) / Sergio Paolo Solano D -- 16. Julio E. Blanco: la muerte de un filósofo / Jesús Ferro Bayona -- 17. Notas para una crítica del concepto de inteligencia de Kant / Julio E. Blanco -- 25. La nueva metafísica de la muerte y la posibilidad del superhombre / Rafael Carrillo -- 29. Nota sobre la filosofía del derecho en Rafael Carrillo / Eduardo Bermúdez -- 31. La búsqueda de la verdad en Ernst Haeckel (1834-1919) / Joachím Hahn -- 35. Milena Jesenska: un amor de Franz Kafka / Anne Marie Mergíer -- 38. "MAIA" — "LAUS VITAE" / Hans Federico Neuman -- 41. Vestido de bestia o el malestar biológico de existir / Alfonso Rodríguez -- 44. Los endros exhibidos / Guillermo Tedio -- 47. Poemas de Hernando Socarras / Ariel Castillo Mier -- 49. La canción vallenata / Ariel Castillo Mier -- 55. Dinámica estratégica en la empresa: fundamentos e implicaciones / José María Mendoza -- 64. Reflexiones en torno a la educación, informática y "software" educativo / Pedro E. Abril Rodríguez -- 71. Reseñas bibliográficas.
Resumen
HUELLAS DOS
El número 16 de HUELLAS, revista de la Universidad del Norte, apareció en junio pasado con nueva presentación. Sin haber interrumpido sus periódicas ediciones desde 1980, llegó al público, esta vez y con motivo de cumplirse los veinte años de fundación de la universidad, con una cara distinta, sin que haya cambiado ni su orientación ni su estilo ni el carácter de su contenido.
Porque HUELLAS seguirá siendo una revista universitaria con vocación cultural, ámbito en el cual transitan las ideas políticas, los fenómenos económicos y sociales, el pensamiento filosófico, la creación poética y narrativa, la investigación académica en todos sus órdenes, en suma, la historicidad de la cultura como lugar de partida y de llegada de todo lo que acontece en el mundo del hombre. Estamos pensando y creando en y desde la academia, por eso, continuaremos afirmando nuestro distintivo universitario con la convicción de que el lenguaje y el estilo, e incluso las ideas, de la academia universitaria deben transmitirse a la comunidad interna como también a la de extramuros para que sigan manteniéndose los puentes de la relación crítica. La producción académica, sin perder su espíritu científico ni su rigor metodológico, pueden encontrar un vehículo en el lenguaje escrito que permite ser conocida para que el lector establezca sus distancias, sus aproximaciones, sus reservas o su fervor desde la perspectiva que queremos para la revista: el examen, la crítica, el juicio.
El cambio de formato, de presentación de los artículos y hasta las mismas ilustraciones obedecen a una intención que es la de hacer la revista más atractiva y a la vez artística en su entrega. Por eso mismo, siendo una publicación de una universidad costeña, escogimos, para ilustrarla, fotografías de la obra pictórica y escultural de Enrique Grau, artista de nuestra región cuya sensibilidad exquisita irradia en la exhibición que de su obra hizo el Museo de Arte Moderno de Cartagena recientemente. Continuaremos por
ese sendero de dar relieve a los valores culturales de la región, sin que ello constituya un propósito excluyente sino una intención de primer orden.
También nos alegramos de que hayamos podido agrupar a profesores de las distintas disciplinas de la Universidad en el Consejo de Redacción. No se trata de una estrategia secreta sino del deseo explícito de establecer mayor presencia de la vida académica de la universidad, reafirmando así el carácter plural de la revista.
Para esta entrega de lo que se podría llamar la segunda etapa sin interrupción de la revista traemos nuevas producciones con el énfasis puesto en un trabajo del filósofo Julio Enrique Blanco de la Rosa, de quien hemos venido publicando hace varios años obras inéditas y a quien queremos rendir en este número un homenaje póstumo como pensador eximio de la Costa Norte con proyecciones que rebasan las fronteras intelectuales del país.
Y, abriendo el panorama de la publicación, se le ratifica el homenaje que este año le ha rendido la Universidad del Norte al Maestro Alejandro Obregón, distinguido con el doctorado Honoris Causa, por ese fuego y esa pasión que el artista de nuestra tierra le ha transmitido a los colores que el trópico nos ha habituado a contemplar sin inmutarnos. El maestro Obregón ha conmovido con su pintura los cimientos de la sensibilidad artística nacional dando inicio a una nueva mirada sobre la naturaleza. No podíamos, como universidad costeña, permanecer más tiempo mudos ante el pathos que durante más de cuarenta años de labor artística ha penetrado todos los rincones de los ojos colombianos. Para no hablar de la resonancia de sus éxitos en tan variados países. Dejemos que su pintura tome el lugar de la palabra. -- Jesús Ferro Bayona.
Colecciones a las que pertenece
- Revista Huellas [84]